En una empresa, hay que hacer diferentes tareas: administrativas (para cumplir la legalidad), profesionales (para cumplir con nuestros clientes) y estratégicas o de venta (para ganar dinero). El objetivo de tu empresa no es enfocar todos tus esfuerzos en los aspectos legales (aunque es obligatorio cumplir la ley), ni siquiera en los aspectos profesionales (aunque quieres tener a tus clientes satisfechos). El objetivo de una empresa es ganar dinero y maximizar beneficios.
No obstante, muchos CEOs no tienen muy clara la importancia de estructurar bien el trabajo y acaban dedicando más horas de las necesarias a aquellas tareas que, en sí mismas, no les dan dinero. La satisfacción del cliente es la piedra angular del negocio, lo que permite que la empresa se mantenga a flote. Sin embargo, no hay que perder nunca los objetivos de tu propio negocio. Continue reading…