Una de las preguntas que puede formularse una empresa o negocio que quiera disponer de una infraestructura no compartida es si debería comprar e instalar los servidores en la propia oficina o dependencias de la empresa (in-house), o bien contratar una de las muchas ofertas de Infraestructura como Servicio o IaaS.
Antes de tomar una decisión en este aspecto, deberíamos pensar a priori en algunas cuestiones, ya que es muy importante planificar cuál es la solución más óptima para nuestro negocio.
Qué implica instalar servidores en la empresa
Si optamos por instalar servidores en nuestra empresa, eso implica de entrada una inversión en infraestructura. Es decir, todo el equipamiento necesario para el sostenimiento de uno o más servidores conectados las 24 horas del día dependen exclusivamente de nosotros y de nuestro presupuesto.
De entrada, esto implica tener a un profesional informático o una empresa externa capaz de llevar a cabo la instalación. Además, habrá que separar unas dependencias en la empresa para la instalación de 1 ó más servidores con unas condiciones de seguridad y ventilación adecuadas para su mantenimiento, cuando no un centro de datos para empresas de más tamaño.
Esto en principio no debería suponer un problema, pero quizás la parte más difícil sea el cálculo. Qué infraestructura necesitamos; cuáles son nuestras necesidades de almacenamiento, procesadores, ancho de banda, etc., para asegurar que disfrutamos de un servicio óptimo, donde:
- La red no se está cayendo de forma continuada por una mala instalación o falta de recursos, perjudicando a los usuarios de la web o el software almacenado en los servidores.
- Haya buenas condiciones de seguridad informática, protegiéndonos ante intentos de intrusión, hacking, software espía, robo de datos sensibles, etc.
Pero quizás lo que más dudas suscita es el hecho de que, después de invertir en una tecnología costosa en hardware y mantenimiento, es la escasa flexibilidad que implica invertir en unos servidores cuyo rendimiento desconocemos en el largo plazo, o la alta inversión que supone si queremos contar con una alta escalabilidad.
Aunque puede ser inevitable para algunos proyectos, y obviamente se puedan crear servidores poco costosos si las necesidades no son muy grande, numerosas pequeñas y medianas empresas necesitan una opción que implique menos riesgos de gestión, como son los proveedores de cloud: SaaS para programas y IaaS para infraestructura.
Qué nos aportan las soluciones IaaS
Frente a un servidor o red de servidores in house, se han popularizado las soluciones IaaS (Infraestructure as a Service), que nos aportan la infraestructura de almacenamiento, electrónica de red, hardware y capacidad de procesamiento necesaria para llevar a cabo nuestros objetivos.
Ante todo, cabe destacar la alta flexibilidad y escalabilidad de un buen servicio IaaS, donde no estamos contratando un hosting dedicado, sino que sólo contratamos aquellos recursos que creemos necesarios en cada momento, lo que ayuda a ahorrar dinero en la empresa.
Para muchas empresas que entran por primera vez en el mundo del cloud y tienen necesidad de disponer de sus propios servidores, esto supone una ventaja; se asumen menos riesgos, se ahorra espacio en la oficina y se estudia la viabilidad del servicio IaaS contratado, pudiendo ampliar o reducir recursos en el corto y medio plazo según cambien o no sus necesidades.
¿Tú qué opinas? ¿Instalarías servidores propios en la empresa, o prefieres externalizar el servicio a través de un proveedor de IaaS?
(Photo by David Monniaux -Wikipedia Commons)
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